La Iglesia de San Miguel Arcángel resiste la desidia gubernamental
La Iglesia de San Miguel Arcángel resiste la desidia gubernamental
El eterno ciclo de trámites burocráticos, fondos insuficientes e indiferencia de los responsables eclesiásticos y de los Gobiernos nacional y porteño la debilitan, sin tener en cuenta la gravedad que significa su pérdida.
En el frente, la imagen de San Miguel tiene sus brazos y alas rotas y a un costado se pueden ver las ruinas de la casa parroquiel. Adentro, las paredes están descascaradas y las imágenes de la bóveda se hallan escondidas bajo la humedad y el hollín.
"No quieren iniciar optra obra interna hasta que se termine el frente del edificio", explica el párroco Ricardo Dotro, y agrega: "Lo que se hizo hasta ahora fueron detalles. Lo más importante no se tomó en cuenta".
Asimismo el sacerdote declara: "Todo esto es mejor que no se sepa porque se pararían las obras que vienen".
En el interior hay pinturas agobiadas por el avance de la humedad, la bóveda está ennegrecida y hay huecos que quedaron debido a trozos de mampostería caídos.
En marzo de 2003 se demolió la casa parroquial. Tres años antes se había cerrado el templo para resguardar la seguridad de los fieles, ante el peligro de derrumbe.
Dotro cuenta que la Iglesia, sita en Mitre y Suipacha, se reabrió en septiembre de 2008, y un año antes se comenzaron algunas obras de refacción a cargo de la arquitecta Estefanía Airaldi.
"Se repusieron las ventanas, se refaccionaron las cornisas y se realizaron arreglos por acumulación de agua", explica el sacerdote.
La torre y sólo dos caras del frente se renovaron porque, según Dotro, "la empresa que estaba haciendo la obra se retiró súbitamente por falta de pago del Gobierno Nacional".
La arquitecta Marta Pico, de la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, es la responsable de supervisar la restauración de los vitrales de la Iglesia de San Miguel.
Pico explicó que todavía no se comenzó la obra porque el párroco solicitó una prórroga hasta enero de 2011, "Ya presentó el proyecto y se le otorgó el dinero a Dotro para la totalidad de las refacciones en 2009", aseguró.
Sin embargo, según el sacerdote Dotro, el dinero depositado sólo cubre la restauración de tres vitrales
El edificio data de 1788 y fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1983. Numerosas obras y elementos, como las agujas del reloj de la torre y lienzos de inmenso valor artístico desaparecieron en parte debido a que esta iglesia fue una de las tantas quemadas en 1955, durante el gobierno del ex presidente Juan Domingo Perón.
Por su parte, la comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos, responsable de la puesta en marcha del proyecto, decidió no brindar ninguna información al respecto.
Según el arquitecto Gustavo López, presidente de la Fundación Patrimonium y responsable de la restauración de la Basílica de San Francisco de Asís, no existe en la ctualidad un programa de recuperación patrimonial que parte de organismos gubernamentales, ni ámbitos de generación de proyectos de este tipo, sino ofertas de licitación cuando ya existe un plan peresentado.
"La suerte de estos edificios depende más de voluntades de particulares que se comprometen individualmente para ayudar", asegura López.
Valor artístico e histórico del templo
Los pisos y paredes laterales internos de la Iglesia de San Miguel son de mármol europeo y alrededor hay una guarda con mosaicos de fondo dorado y azul que rezan al Arcángel: "Protégenos en la lucha".
Esta iglesia cuenta con pinturas al óleo de Augusto César Ferrari, célebre pintor italiano. Sus motivos son tomados de los Evangelios y representan al Sagrado Corazón, la Asunción de la Virgen y las Bodas de Caná.
Los vitrales son franceses del siglo XIX y representan a San Jorge cuando mata al dragón y a San Miguel cuando expulsa al demonio, entre otros. El púlpito de San Miguel Arcángel es dorado de estilo rococó y posee un cielorraso cóncavo con la paloma del Espíritu Santo irradiante.
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