Circulos en los campos de trigo

EL MISTERIO DE LOS CÍRCULOS EN LOS CAMPOS DE TRIGO

Bryce Bond (periodista radiofónico americano) y Arthur Shuttlewood deberían ser considerados hombres afortunados y, en cierto sentido, pioneros del fenómeno que se conoce con el nombre de "círculos en los campos de trigo".

Una noche, en el mes de agosto de 1.972, después del avistamiento de un OVNI, una energía desconocida imprimió en un campo de trigo el molde de su forma. Shuttlewood, considerado actualmente una de las figuras más eminentes en la historia reciente del fenómeno y testigo de innumerables avistamientos O

VNI en los últimos 45 años, lo describió así: "Las espigas se recostaron con la gracia con que una dama abre o cierra el abanico, y en menos de un minuto se formó ante nuestros ojos un círculo perfecto acompañado de un sonido muy agudo".



Era el 15 de agosto de 1.972 cuando se verificó este episodio en Warminster (Inglaterra). Pero los dos hombres no podían imaginar que aquel día sería considerado la fecha de nacimiento de un fenómeno que, desde entonces y sucesivamente, se repetiría muchas otras veces, teniendo hasta la fecha al mundo asombrado y perplejo sobre el gran misterio de los círculos en los campos de trigo. Sucesivamente, desde aquel fatídico día, los círculos aparecieron regularmente; al principio, eran meros círculos, relativamente pequeños; pero, desde 1.985, empezaron a formarse grupos compuestos. De 1.987 a 1.989, aparecieron a docenas, y, desde entonces, a cientos, sobre todo en los Condados de Wiltshire y de Hampshire. En 1.990, se verificó un notable salto de calidad y cantidad: 1.200 círculos en todo el país e informaciones cada vez más ricas y elaboradas. En 1.991, el número en su conjunto se cuadruplicó. Los círculos aparecen en campos cultivados con varias especies de cereales: trigo, cebada, avena, centeno, colza, etc., así como en los pastizales de hierba alta, durante el período que va de mayo a septiembre, o sea, cuando los tallos han alcanzado una cierta altura y el grano está maduro, o casi maduro. Su diámetro varía desde 50 centímetros a 45 metros, y las formaciones más extensas alcanzan hasta 600 metros de largo, llegando a recubrir hasta 10.000 metros cuadrados de superficie. La característica que más sobresale es la extrema precisión con que son impresos y el sentido en forma de espiral con que los tallos quedan colocados en el terreno. La circunferencia es nítida, como efectuada por un enorme compás. El grano, además, no resulta nunca dañado y los tallos acostados no están ni doblados ni rotos y continúan creciendo en posición horizontal. Algunos círculos se han formado con varias capas de espigas dobladas en espiral, orientadas en uno y otro sentido alternativamente.

En Australia, las primeras apariciones se iniciaron en 1.966; en Inglaterra, a partir de 1.972. El testimonio más antiguo se remonta al año 1.678, relatándose en un manifiesto titulado "El diablo segador". Los mismos fenómenos han tenido lugar en Suecia, Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Hungría, Bulgaria, Japón, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos y la CEI (ex URSS).

Thomas Roy Dutton, ingeniero jefe del sector de investigación de la "British Aerospace", colaborador en proyectos aéreos y espaciales, está convencido de que los círculos en los campos sembrados y los relativos pictogramas son productos mecánicos de una mente inteligente. El afirma: "El cereal recostado no aparece nunca dañado en el interior de los círculos y, a menudo, forma canales que se entrecruzan. He analizado las espirales que se han formado en los círculos y he descubierto que todas se rehacían según un preciso modelo matemático; en efecto, dichas espirales se han ejecutado en base a una verdadera y precisa ley matemática".

John Michell, estudioso inglés de la geometría sagrada, declara: "De hecho, son más bien insólitas las consecuencias que estamos viendo. Algo o alguien empieza a dibujar símbolos en los campos sembrados, y además lo hace de modo armonioso y bello, sin asustar a la gente, sin amenazarla, sino más bien ejerciendo sobre quien lo observa una influencia positiva y benéfica que lo hace mejorar interiormente y transforma su anterior visión del mundo".

El conocido crítico de arte londinense, John Macfwen, llega a la siguiente conclusión: "Es hasta demasiado evidente que no se trata de obras creadas por el hombre. Y si no son producto de la razón y del intelecto humano, no pueden haber brotado mas que de una inteligencia no humana, o sea, de la esfera de los espíritus puros, no de los espíritus corrientes, como aquéllos que son invocados por los médium en sus sesiones, sino de una esfera superior. Ello se deduce de la belleza y habilidad artística que demuestran en la ejecución de los símbolos que provienen de un mundo espiritual más elevado; en otras palabras, del mundo de los Dioses. Cada vez que el Creador quería comunicarse con los humanos, se servía de Mercurio, el Hermes de los griegos; él era el trámite. Así pues, el artífice de estos círculos es una inteligencia muy elevada que proviene del mundo de los Dioses. ¿Y qué nos quiere comunicar? Creo que todos nosotros ya lo sabemos, porque la finalidad y la consecuencia del mensaje es un cambio interior, una dilatación de nuestra conciencia, una nueva forma de pensar sobre el modo de considerar la Tierra, sobre cuál debe ser nuestro sitio en ella y sobre cómo y cuánto la hemos de comprender. Nuestras facultades perceptivas deben ser cambiadas y mejoradas".

Por consiguiente, la razón y la expresión artística-espiritual y creativa ofrecen una idea unitaria de una inteligencia superior expresada en los pictogramas de los campos sembrados: Seres de otros mundos están entre nosotros y nos lo quieren recordar.

En los años 80, superando el límite existente en las matemáticas sobre el modo analítico de describir los procesos complejos de la naturaleza, fue desarrollado un nuevo concepto matemático: el "fratal". Gracias a los estudios del matemático polaco, Bonoit Mantelbrot, profesor de la Universidad de Cambridge, se descubrió que simples fórmulas matemáticas, representables con la ayuda de ordenador gráfico, pueden originar formas complejas e inesperadas que, analizadas minuciosamente, muestran analogías sorprendentes con la estructura que conocemos en la naturaleza.

El 13 de agosto de 1.991, en Iketon, en los alrededores de Cambridge, el piloto Steven Cherry-Downes avista un nuevo pictograma, pronto denominado el "Mantelbrot-Set". El "Mantelbrot-Set" de Iketon constituye una lógica conclusión sobre el desarrollo que han tenido, desde sus inicios hasta hoy, las composiciones de círculos en los campos sembrados. Las primeras eran de naturaleza más artística y representativa: más que "parecer" algo, "eran" algo. El símbolo de "Mantelbrot" va más allá; a través de un notable salto cualitativo, no puede ser entendido con los simples elementos de la geometría escolar. Nos conduce a la esfera de la teoría del caos, de los "fratales", en la tecnología computerizada y del infinito. Esto quiere decir, en primer lugar, que detrás del caos se esconde un orden, puesto que en el mundo de los "fratales" el hombrezuelo con forma de manzana es la única isla estable en el océano del caos.

El antropólogo alemán Michael Hesemann, director de la revista "Magazin 2.000", escribe: "Los círculos no son mas que un nuevo medio en que los extraterrestres quieren anunciarnos su retorno y, para evitar a nuestra cultura un terrible "shock", han elegido este medio dulce, refinado y de gran belleza, preparando a nuestras conciencias gradualmente y ampliando los horizontes".

PICTOGRAMA DE GRASDORF

23 de julio de 1.991.- Grasdorf, en Hildesheim - Baja Sajonia (Alemania).

El pictograma más grande y complicado de todos fue descubierto durante el amanecer del día 23 de julio de 1.991 por algunos practicantes de "jogging". La figura, de unos 100 metros de largo y 50 de ancho, cubría una superficie total de 5.000 metros cuadrados, y estaba formada por siete símbolos y trece círculos; en medio del central, una cruz: el antiguo símbolo del Sol. El agricultor Werner Harenberg, propietario de las tierras donde se había formado el pictograma, aseguró que su ejecución, dada su perfección y precisión, decididamente, hacía excluir que se tratase de un fraude. Se iniciaron las correspondientes inspecciones oculares por parte de numerosos expertos y de mucha gente atraída por la gran sensación que el pictograma había suscitado en todo el mundo. El 2 de agosto se presentó, entre otros, un hombre con grandes bigotes, vestido con un mono azul de trabajo y provisto de un sofisticado detector de metales, el cual encontró rápidamente objetos de metal en cada uno de los tres círculos, rodeados a la vez por un semicírculo. Se puso a excavar, después de haber obtenido el correspondiente permiso, y a una profundidad de apenas medio metro, sepultadas en la tierra arcillosa, encontró tres láminas metálicas, de un diámetro de 25 a 30 centímetros y con un peso de unos 5 Kg. cada una. La primera era de bronce y pesaba 4 Kg. aproximadamente; la segunda de plata y pesaba 5 Kg.; y la tercera era de oro y pesaba más de 8 Kg. Un conocido joyero del lugar, después de haberlas examinado atentamente, se quedó estupefacto. "Este oro y esta plata son los metales más puros que he visto en mis treinta años de trabajo", respondió.

¿Pero, de dónde vienen estas láminas? En el "Edda", poema épico alemán, hay una profecía que tal vez podría ayudarnos a responder a esta pregunta. El poema habla del final de los tiempos, cuando los dioses volverán: "Después ellos se encontrarán de nuevo en las maravillosas láminas en la hierba, con las cuales, en tiempos remotos, se complacía Wodan... Los campos sembrados serán controlados; todos los malos mejorarán y también Baldur volverá a casa..." (extraído del "Edda"-Ediciones Leipzig 1.890).

DESCIFRADO EL PICTOGRAMA

"Una representación antiquísima de nuestro Sistema Solar y el retorno de los Dioses" (extraído de la revista "Magazin 2.000").

Durante la noche del 23 de julio de 1.991, apareció en Grasdorf, en las proximidades de Hildesheim, el pictograma más grande y complicado de la historia de los círculos en los campos sembrados alemanes. El misterio se hizo más espeso cuando, diez días después, un joven provisto de un detector de metales se dirigió al campo de los círculos, escudriñó entre las circunferencias y se convirtió en rico. En la tierra del campo encontró tres planchas de metal muy pesadas: la primera de oro macizo; la segunda de plata y la tercera de bronce. ¿Se trataba de objetos de culto de los antiguos pueblos germánicos? ¿De tarjetas de visita de visitantes extraterrestres? ¿O de falsificaciones bien elaboradas?

El historiador de Colonia, Ferdi Heller, nos habla del resultado de su investigación respecto al pictograma y a las tablillas: "Podría tratarse de una antiquísima representación simbólica de nuestro Sistema Solar, un tipo de mapa astronómico impresionante...". Dicho acontecimiento había sido preanunciado por la profetisa Vola, en el "Edda", un poema épico germánico que habla del retorno de los dioses y del inicio de una nueva era. ¿Un pictograma típico? ¿O la clave de soluciones de muchos círculos auténticos en los campos sembrados? Tiene que haber una solución al misterio de los círculos, hasta ahora casi incomprensibles.

Después del año 1.991, un año abundante en círculos en los campos, el número de pictogramas aparecidos descendió drásticamente. Tal vez deberíamos admitir que los "autores" de los círculos están un poco cansados de transmitirnos sus mensajes de este modo. Por otra parte, esto podría ser hecho a propósito para reclamar nuestra atención sobre la fuerza de gravedad. Si nosotros lanzamos un objeto lejos, su trayectoria subirá lentamente hasta alcanzar el punto culminante, y después, atraído por la fuerza de la gravedad, empezará a precipitarse. Todo esto, no obstante, podría reclamar nuestra atención sobre el planeta Plutón. En el año 1.960, este planeta había iniciado su camino alrededor del Sol, en el interior de la órbita del planeta Neptuno. En el año 1.999, Plutón volverá a su órbita exterior. Ahora confrontemos esta órbita con la evolución de la actividad de los círculos en los campos y, por ejemplo, con la balística de un cuerpo influenciado por la fuerza de la gravedad. En 1.999, en el escenario de los círculos, debería bajarse el telón.

Muchos interesados en estas apariciones se han esforzado en encontrar una solución al misterio. Se han recogido datos y medidas, pero desgraciadamente la mayor parte de las explicaciones ha sido archivada. Por mala fe, no se escuchan los mensajes que los Dioses de un tiempo nos han dejado. Ellos instruyeron a nuestros padres, no sólo en la agricultura, sino también en las matemáticas y, de modo particular, en la astronomía. Después dijeron a los hombres que un día regresarían. Muchos círculos en los campos sembrados hallarían su significado en la astronomía. Los Dioses, por tanto, nos envían mensajes utilizando esta escritura. Uno de estos mensajes podría estar representado por el pictograma aparecido en 1.991, cerca de Grasdorf, en los alrededores de Hildesheim. El dibujo ha sido fotografiado, filmado y medido por muchas personas. Gracias a estas anotaciones se puede llegar a una clave de interpretación. En el centro del pictograma había un círculo, o mejor un óvalo, con una cruz en el medio. Esta representación podría simbolizar nuestro Sol. En la parte interior del óvalo había cuatro cuartas partes de tallos divididos por una cruz orientada hacia los puntos cardinales. El segmento de la cruz que indica el norte y el sur tenía una longitud de 152 dm.; la distancia entre la Tierra y el Sol en el punto de afelio (punto de la órbita de un planeta que se encuentra a la máxima distancia del Sol) es de 152 millones de kilómetros. El segmento de la cruz que indicaba el este y el oeste tenía una longitud de 147 dm.; el perihelio (punto que se encuentra a la mínima distancia del Sol) de la Tierra dista 147 millones de kilómetros del Sol. El microcosmos es igual que el macrocosmos.

Al sur, junto al Sol, había un sendero de 11 dm. de longitud, al que acompañaba un gran círculo de 89 dm. de diámetro, donde el grano era aplastado. El radio del círculo era de 44,5 dm. La suma entre los 44,5 dm. y los 11 dm. del sendero da como resultado 55,5. La distancia media entre Mercurio y el Sol es de aproximadamente 55,5 millones de kilómetros. Esta es la clara demostración de que los autores de los círculos en los campos conocen nuestro sistema de cálculo de datos astronómicos. Saben que nosotros, normalmente, para calcular la distancia de un planeta al Sol, partimos del centro del mismo planeta.

El segundo planeta partiendo del Sol, Venus, está representado al este de Mercurio. Su diámetro es de 88 dm.. Un largo sendero directo hacia el norte está relacionado con su diámetro, y continúa hasta la línea madre que va del Sol a la Madre Tierra, midiendo 63,5 dm.. Si sumamos: 44 dm. (radio del planeta Venus) + 63,5 dm. (longitud del sendero), obtenemos 107,5 dm.. La distancia más cercana entre Venus y el Sol es precisamente 107,5 millones de kilómetros. El sendero que lleva desde el Sol a la Madre Tierra mide 115 dm.. La Tierra está representada con un diámetro de 68 dm., y si sumamos: 34 dm. (radio de la Tierra) + 115 dm. (longitud del sendero), el resultado es 149 dm.. La distancia entre la Tierra y el Sol es de 149 millones de kilómetros = 1 UA (unidad astronómica).

Las espigas del largo sendero, partiendo del Sol, se encuentran a un metro de distancia de la circunferencia de la Tierra; este metro es una referencia a nuestro sistema métrico decimal. Según el índice del albedo (relación entre la cantidad de luz que recibe un cuerpo celeste y la que envía en todas direcciones por reflexión y difusión), que, según los astrónomos, debería ser de 0,35, la Tierra debería tener un diámetro de 78 dm..

El sendero después prosigue hacia el este. Aquí, a continuación, debería aparecer el planeta Marte en forma circular; pero el "planeta rojo" no está. La explicación podría ser sencilla: si alguien, por ejemplo desde la Tierra, contemplase nuestro Sistema Solar, podría divisar todos los demás planetas y el Sol, pero no así la Tierra. Lo mismo podría aplicarse en el caso de un hipotético observador que se encuentra en Marte. Desde el "planeta rojo" observaría todos los planetas y el Sol, pero no vería Marte donde él se encuentra.

Al sur, junto al largo sendero principal, hay un rectángulo con cuatro círculos, cuyo significado podría estar relacionado con las cuatro estaciones o los cuatro vientos.

Los planetas externos están dibujados de acuerdo con su albedo; esto significa que, por ejemplo, un índice del 0.01 de albedo corresponde, en la parte de círculo, a 20 cm.. "Albedo", del latín "albus" (blanco) es un término técnico que define la cantidad de energía luminosa que un cuerpo refleja, difundiéndola en relación a la que recibe. Es una unidad de medida utilizada, sobre todo, en el caso de planetas y de satélites, pero puede utilizarse también para mediciones de diversos materiales terrestres. El albedo no es un porcentaje, sino un índice decimal; esto significa que un albedo de índice 0,43 tiene una capacidad de reflexión del 43%, o sea, el 43% de la luz recibida es reflejada. Veamos algunos ejemplos de albedos en nuestro Sistema Solar:

Júpiter .............. 0,51

Saturno ............. 0,42

Urano ................ 0,66

Neptuno ............ 0,62

Plutón ............... 0,66 (aproximadamente)

La Tierra ........... 0,39

La Luna ............. 0,07 (Luna terrestre)

Si empezamos por la circunferencia del planeta Júpiter, en la parte extrema de occidente, el diámetro máximo es de 10,6 m. (1.060 : 20 = 53). Júpiter tendrá, por tanto, un albedo del 0,53. Hay una diferencia, por consiguiente, del 3,7%.

El segundo círculo representa al planeta Saturno, en la exacta posición en que se encontraba durante los días en que apareció el pictograma. Hay también unas líneas de prolongación, de 3,5 m. de largo, que se dirigen hacia el sur. Estas líneas tienen diversos significados. El círculo interior tiene un diámetro de 8 m. (800 : 20 = 40). El albedo de Saturno es de 0,40, siendo aquí la diferencia del 4,7%.

Ahora veamos el segmento que muchos llaman "manubrio". Aquí los cálculos se complican. Este segmento representa los planos de Urano y Neptuno. Debería estar representado con el máximo índice de albedo (66 x 20 = 1.320); debería medir, por tanto, 13,2 m.. El sendero ligado a los dos planetas tiene 3,90 m. de largo. Si multiplicamos esta longitud por 2, obtenemos el número 7,80; estos 7,80 m., sumados al diámetro de 5,20 m., dan como resultado 13 m. (1.300: 20 = 65). De este modo, el índice del albedo del planeta Urano sería inferior (0,01 albedo = 1,5%).

El mismo cálculo debe hacerse también para el planeta Neptuno, que está representado en la otra parte del segmento en forma de manubrio. Neptuno debería tener, sin embargo, un albedo del 0,62; en este caso, por tanto, el índice del albedo es mayor de 0,03 (albedo = 4,6%).

En el sur, el semicírculo del segmento en forma de manubrio, con la representación de Urano y Neptuno, contiene al menos tres mensajes:

a) Urano tiene un anillo pálido, como Saturno, sólo que más pequeño.

b) En la superficie de los satélites de Urano hay agua.

c) Urano tiene una inusual inclinación de su eje de rotación.

Urano y Neptuno están cercanos. Urano camina lentamente hacia Neptuno. El 21 de abril de 1.993, Urano superó a Neptuno (conjunción heliocéntrica). La extrema inclinación de su plano ecuatorial respecto al plano de su órbita es de 98º.

El tercer círculo, de 7 m. de diámetro, debería representar al planeta Plutón. De él parte un sendero de 6,10 m., directamente hacia el sur. La suma de estos dos datos da como resultado 13,10 m. (1.310 : 20 = 65,5). El albedo de Plutón sería, si lo redondeamos, de 0,66. Tenemos, por tanto, un aumento del índice de albedo del 0.06, correspondiente a un 9,0%. El sendero sirve, probablemente, para representar la inclinación del plano ecuatorial respecto al plano de la órbita.

La Luna terrestre está representada, en la fase de novilunio, con un diámetro de 14 dm. El albedo de la Luna es 0,07. En la Luna hay agua. El pictograma, por tanto, ha sido creado para dar un preciso mensaje astronómico y matemático. Existe seguramente un motivo que ha incitado a los autores del pictograma a utilizar el índice del albedo: el índice del albedo es el índice de la capacidad de reflexión de un cuerpo. "Reflexión" viene del latín "reflecter" (retorcer, replegar), que podría significar: dirigirse hacia la conciencia, reflexionar. ¿Tal vez, el pictograma quiere decirnos que debemos pensar en el verdadero significado que estos mensajes tienen para la humanidad?

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