LA LEVITACION

¿Es posible vencer la ley de gravedad y despegar los pies del suelo, apelando únicamente a la fuerza del espíritu? En estos apuntes respondemos a este y otros interrogantes planteados en torno a este apasionante tema।
¿Qué es la levitación?
* Tanto en el ámbito de los milagros como en el de los fenómenos físicos estudiados por la parapsicología, la levitación es la facultad que tienen algunas personas de mantenerse en el aire sin estar apoyadas en ningún lado ni sostenidas por nada. También se han dado casos de objetos que levitan desoyendo la ley de gravedad y sin ningún impulso físico visible. Sin embargo, son las levitaciones humanas las que producen mayor asombro, por cuanto tienen que ver con el viejo sueño de la humanidad: el de volar.
¿Existen muchos casos documentados de levitación?
* Los casos documentados son innumerables, al punto que se trata de uno de los fenómenos paranormales que cuenta con un mayor número de testimonios. Por la naturaleza de su condición y por el entorno en el cual suele desarrollarse, durante muchos años la levitación pareció limitada al campo del misticismo. Sin embargo, ya en este siglo y tras la desaparición de los místicos, el fenómeno comenzó a observarse en personas no vinculadas a ningún credo religioso.
¿Esto significa que religión y levitación ya no tienen nada que ver en el siglo XX?
* No exactamente. La desaparición del misticismo -fundamentalmente, el católico- redujo el número de levitantes. Pese a ello, existe una corriente vinculada a los practicantes hindúes y budistas, para quienes la levitación no es desconocida. En lo relativo a las técnicas orientales -entre ascéticas y fisiológicas- que se cuentan en el corpus del yoga, hay algunas que están vinculadas estrechamente con la obtención de un grado elevado de conciencia en el cual es posible que- de un grado elevado de conciencia en el cual es posible quedarse suspendido en el aire. De acuerdo con el Visuddhi Magga en la cuarta y penúltima etapa de la técnica meditativa, dirigida a alcanzar particulares estados de conciencia, se consigue el poder supranormal de la levitación.
¿Existen casos de levitación entre los practicantes del yoga?
* Se han constatado pruebas de todo tipo. La primera mención de un yogui levitante puede encontrarse en la "Vida de Apolonio", del griego Filostrato (del siglo II), donde se narra que el filósofo de Tiana había visto a una persona suspendida en el aire. Entre los casos más recientes se cuenta uno aparecido en una revista inglesa, acompañado de fotografías, en la que puede apreciarse a un yogui hindú levitando delante de gran cantidad de azorados testigos.
¿Qué casos se conoce en el campo del misticismo católico?
* El misticismo católico es uno de los más vastos registros de levitaciones comprobadas. Se cuentan por decenas los casos y el biólogo inglés Herbert Thurston estima, en su libro ya clásico sobre "los fenómenos físicos del misticismo", que no resultaría difícil citar más de doscientos santos o bienaventurados cuyas biografías relatan experiencias de esta índole.
¿Qué se dice al respecto en la biografía de San Francisco?
* El caso de San Francisco de Asís es uno de los ejemplos más famosos de santos levitantes. El hermano Leo, su biógrafo, da cuenta de numerosos episodios. Incluso llego a correr la voz de que Francisco vivía casi todo el día pródigamente separado de la tierra, alcanzando alturas en las cuales era imposible distinguirlo.
¿Qué otros ejemplos son referidos en el santoral católico?
* Santa Teresa de Avila, por ejemplo, sentía frecuentemente una ligereza tal en todo el cuerpo que cuando menos lo pensaba se encontraba flotando en el aire. Otro caso es el de Santa Cristina, quien durante su vida -transcurrida en el siglo XII se cansó de volar como un pajarito entre las copas de los árboles. Un sinfín de santos parecieron gozar, no solamente del don de la levitación, sino del poder de abstraerse por completo de las influencias externas. San Antonio de Padua, otro bienaventurado levitante, con solo pasar su mano por el plato de comida envenenada que le ofrecieron unos heréticos, evitó que las raíces venenosas le hicieran daño. También San Francisco de Paula experimentaba ascensiones que en ocasiones llegaban a durar horas.
¿Por qué Teresa de Avila es considerada en el ámbito de la Iglesia como una mística levitante?
* Al margen de lo señalado líneas arriba, el caso de Teresa ha sido objeto de numerosos trabajos de investigación. Además de bienaventurada, fue una de las cumbres de la literatura española y se destacó por el gran poder organizador que tuvo dentro de la Iglesia. Todos los hechos de sus vida fueron registrados casi al dedillo y sus ascensiones tuvieron como testigos a centenares de fieles y ordenados. Uno de sus biógrafos afirma: "Era una mañana, en la misa del convento. Además de las monjas arrodilladas en una parte de la vasta capilla, se hallaban presentes muchas personas ajenas al convento. El obispo Alvaro de Mendoza celebraba la misa... llegó el momento de la comunión... las monjas formaron fila para desfilar ante el comulgatorio y recibir la hostia de rodillas. En el momento en que a Teresa le llegó su turno ante la abertura mientras se disponía a arrodillarse, una expresión de dicha sobrenatural apareció de pronto de su rostro iluminado. Expresión con la que se mezcló enseguida un sentimiento de pánico.
Cuando el obispo le tendió la hostia la vio de pronto elevar se sobre el comulgatorio lanzando gritos de angustia (al que hizo eco el murmullo asustado de las otras religiosas), y desapareció de su vista hacia arriba, dejándolo pasmado ante el comulgatorio vacío. Con la hostia en la mano". La escena ha sido complementada con el relato de otros testigos.
¿Qué dijo al respecto la propia Teresa?
* Es interesante lo que dejo escrito sobre el particular, por cuanto es la narración de primera mano de lo que experimenta una persona mientras levita. Dice la santa: "...cuando quería resistir, desde abajo de los pies me levantaban fuerzas tan grandes que no sé cómo comprobarlo... y aun yo confieso que gran temor me hizo, al principio; porque verse así levantar un cuerpo de la tierra, que aunque el espíritu le lleva tras de sí y es con suavidad grande, sino se resiste, no se pierde el sentido; al menos yo estaba de tal manera en mí, que podía entender que era llevada".
¿Qué dijo al respecto Ana de la Encarnación?
* Cuando, 10 años después de la muerte de Teresa de Avila comenzaron las investigaciones para su beatificación, Ana de la Encarnación, una de las más famosas monjas del convento de Teresa, expresó lo siguiente: "En otra ocasión, entre la una y las dos de la tarde, yo estaba en el coro, esperando que sonara la campana, cuando Teresa entró y se arrodilló quizá la mitad de un cuarto de hora. Mientras la miraba Ana se levantó casi una media -una media es unos 70 cm aprox.- sobre el suelo, sin que sus pies lo tocasen. Al ver eso me quedé aterrada y, en cuanto a ella, le temblaba todo el cuerpo. Me acerque lentamente y puse mis manos bajo sus pies que bañe con mis lágrimas mientras duró el éxtasis, quizá una media hora. Entonces de pronto bajó, se puso sobre sus pies y volviendo su cabeza hacia mí me preguntó quien era y si llevaba allí mucho tiempo. Le respondí que sí y ella me ordenó, por mi voto de obediencia, que no dijera a nadie nada de lo que había visto y, efectivamente, nunca he dicho nada hasta ahora".
¿Puede ocurrir que el místico se resista a levitar sin conseguir mantenerse en tierra?
* En efecto. Nuevamente puede recurrirse al legajo de Teresa de Avila. En líneas generales se debe decir que las levitaciones de la Santa nunca tuvieron un motivo aparente y que se producían en forma repentina. En ese contexto es que hay que tener en cuenta la declaración que hizo el obispo Yepes, testigo de la vida de Teresa. Un día cuando acababa de recibir la comunión, la religiosa comenzó a levitar. El obispo dijo "El éxtasis se apoderaba de ella, hizo un esfuerzo desesperado para resistir el esfuerzo físico de la levitación y trató inútilmente de asirse a los barrotes de la verja lanzando gemidos de angustia. Otro día, presa con violencia de un éxtasis en el coro, se asió a las esteras del suelo y fue levantada al aire con ella en la mano". Existen, por otro lado, numerosos relatos acerca de la angustia que provoca una levitación repentina en personas que no quieren ascender, aunque nada puede hacer para evitarlo.
¿Qué ocurrió con el célebre taumaturgo Antonio Margil?
* Este franciscano que vivió en México y Guatemala a comienzos del siglo XVIII es más famoso por sus milagros que por sus virtudes, según cuenta las biografías escritas sobre él. El episodio que vamos a referir tuvo lugar en el gran priorato franciscano de México, cuando una mañana, al amanecer, el padre Jerónimo García bajaba a la capilla para tocar la campana llamando a los religiosos a mítines. Apenas ingresó al vestuario, sintió una violenta corriente de aire que soplaba en el corredor y provenía, al parecer, del campanario. Al acercarse vio al padre Margil elevado en el aire, muy por encima del suelo, con los brazos extendidos en forma de cruz y girando a una velocidad increíble.
¿Y que hay de cierto en los vuelos de Pedro de Alcántara?
* San Pedro de Alcántara, reforzador de los franciscanos, fue un religioso verdaderamente célebre, al punto que todo lo que hacía era minuciosamente observado y anotado. Por esa razón los testimonios de sus levitaciones son innumerables. Se lo vio un número incalculable de veces en el coro, elevado a cinco metros de altura o más sobre el suelo, pues en muchas circunstancias los testigos afirman que su cabeza tocaba la bodega. Asimismo, lo vieron a la altura de la copa de los árboles, proyectado "como una flecha disparada de un arco" a través de puertas estrechas, o volando con los brazos extendidos.
¿La vida de San José deja alguna enseñanza al respecto?
* Alguien ha dicho que toda la vida de San José de Cupertino es un desafío al sentido común. Este religioso, si hay que creerle a quienes observaron sus hazañas, volaba con la misma naturalidad con la que nosotros caminamos. Siendo anciano, incluso, llegó a llevar a alguien en sus vuelos. En 1645, el embajador español en Roma fue a visitar a José, que se encontraba en un celda monástica. El padre superior le dió la orden para que bajara a la capilla, donde lo esperaba el diplomático y su séquito. San José contestó: "Bajaré, pero no se si podré hablarles". Bajó, en efecto, pero apenas entró en el templo su mirada se volvió hacia una imagen de la virgen que se alzaba sobre el altar. Al instante, frente al estupefacto embajador, su esposa, su séquito y la gente presente, José se elevó unos cuatro metros por sobre la cabeza de los circunstantes lanzando un grito de terror, permaneció un momento inmóvil ante la imagen y luego "voló hacia atrás y volvió directamente a su celda". Los testigos, como se podrá imaginar quedaron petrificados por el asombro. Como si fuera algo natural, antes y después de este episodio José de Cupertino protagonizó actos de levitación. El 15 de agosto de 1663, un mes antes de su muerte, quedó suspendido en el aire por varios minutos mientras celebraba una misa.
Las enseñanzas de su vida están vinculadas estrechamente a estas ascensiones. En su caso como en pocos, las mismas tuvieron lugar contra la propia voluntad del interesado. Incluso puede aventurarse que si José de Cupertino hubiera podido renunciar a ese don, no lo habría dudado.
¿De todo esto, ¿Puede concluirse que la levitación va unida a la santidad?
* De ninguna manera. La mayoría de los santos, incluyendo los más grandes, jamás han levitado. Los casi 200 levitantes que pueden contabilizarse (una minoría en el santoral, por cierto) tienen características comunes que los hace distintos: son místicos, contemplativos, son -en síntesis- "santos de éxtasis", como alguien lo ha denominado.
¿Qué es el éxtasis?
* Del éxtasis no se sabe nada en forma científica. Sin embargo, no cabe dudas de que este estado no tiene por qué estar relacionado con lo religioso, ya que existen extáticos que son totalmente ateos. Asimismo hay extáticos en todas las religiones. Y por último, no todos los extáticos son levitantes. De esto puede deducirse que el éxtasis es condición necesaria pero no suficiente para que una persona posea el don de elevarse.
¿Quiere decir esto que los levitantes no religiosos también poseen una facultad similar a la de los místicos?
* Efectivamente. Y son numerosos los casos de personas no religiosas emparentadas con el fenómeno de la levitación.
A principios de este siglo existió una niña berlinesa -quien, con el tiempo llegó a convertirse en una médium muy famosa en Europa- que tenía una forma muy peculiar de descender la escalera de su casa: se abandonaba a una especie de vuelo controlado, sin tocar nunca los peldaños con los pies, lo cual le producía un gozo incomparable.
¿Y que dicen las explicaciones científicas?
* Nada en concreto. Según Hereward Carrington es posible conseguir una momentánea disminución del peso corporal y, en consecuencia, una ayuda en el impulso ascensional, mediante adecuadas técnicas respiratorias. Sin embargo esto no puede explicar, por sí solo, el fenómeno de la levitación, que pare ce originado en el mencionado trance extático o en la concentración mística.
¿Puede catalogarse, entonces, este fenómeno dentro de lo que se denomina generalmente un milagro?
* Solo hasta cierto punto. Es decir, si se le da a la palabra milagro una connotación que va más de lo religioso. Técnicamente, en el plano de las jerarquía eclesiástica, hace tiempo que el Vaticano adoptó como norma no considerar a la levitación uno de los milagros requeridos para merecer la beatificación o la canonización. Sin embargo, no faltan los teólogos que juzgan como milagrosa la liberación de que las leyes de la gravedad han logrado ciertos elegidos. Hay incluso quienes van más allá y sostienen que, con el correr del tiempo, se ha ido haciendo laico el milagro, es decir que lo que en otras épocas era considerado patrimonio exclusivo del misticismo religioso, en el siglo XX ha pasado a ser un fenómeno vinculado a grados de conciencia que cualquier ser humano puede alcanzar. El éxtasis se puede ir convirtiendo, poco a poco en un función superior de la especie humana. Lo que hacen los faquíres con el control de sus funciones vitales puede ilustrar mejor este tema de la levitación.
¿Y los físicos que sostienen?
* Algunos de ellos se muestran menos asombrados que lo que cabría imaginar. Una de las eminencias francesas en la materia, Aimé Michell, escribió que, "la física no tiene motivo alguno para fruncir el ceño ante la hipótesis de un fenómeno que no viola el principio de la conservación de la energía.
Todo está en determinar de donde el misticismo en levitación toma la energía que lo levanta del suelo y a qué la aplica".
Lo que sí puede decirse con absoluta certeza es que la mayoría de los que experimentan el fenómeno -si no todos- carecen de explicaciones que arrojen luz sobre la levitación. Ellos pueden describir lo que sienten, no el origen del fenómeno.
En este terreno es donde queda mucho por descubrir si queremos que el siglo XXI encuentre a la especie humana en conocimiento de uno de los poderes extraordinario más frecuente y menos conocidos en sus raíces profundas.
HOME, EL GRAN DOTADO
Daniel Douglas Home, llamado el dotado más célebre del mundo, nació en Escocia en 1833 y fue llevado por una tía, que lo adoptó, a Estados Unidos, cuando contaba 17 años. Desde muy joven se produjeron en torno de él fenómenos extraños como ruidos, roturas y movimiento de objetos, a tal punto que su tía, asustada lo hecho de la casa.
A los 19 años, se lo vio levitar por primera vez hasta tocar el techo, en casa de uno amigos; rápidamente se convirtió en una atracción y, radicado en Boston, la gente viajaba cientos de kilómetros para verlo en los teatros en que trabajaba.
Además de elevarse en el aire, manifestaba también materialización de manos etéreas que escribían mensajes, así como también voces de procedencia desconocida. En 1855 abandonó los Estados Unidos y se trasladó a Inglaterra, donde realizó numerosas actuaciones en salones lujosos y aún en la misma corte real.
Recorrió Europa y fue estudiado por William Crookes, quien quedó impresionado observándolo, por ejemplo, tomar un carbón encendido del tamaño de una naranja, y mantenerlo largo rato sobre su mano sin quemarse.
El científico Crookes comprobó que Home levitaba voluntariamente, en el momento en que lo deseaba. El dotado explicaba esto como que "una fuerza de electricidad enorme empujaba las plantas de sus pies y los hacía subir". Murió en Francia en 1886, de tuberculosis. La historia de sus poderes -científicamente comprobados- asombró y sigue asombrando, aún hoy, al mundo entero.

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