MAGIA Y MANCIAS

"Un milagro no ocurre en contradicción con la Naturaleza, sino con lo que de ésta conocemos."
SAN AGUSTÍN

La historia de la magia es tan antigua como la humanidad misma. La antropología, disciplina que estudia la evolución de la cultura humana, afirma que ya los primeros hombres practicaban ceremonias mágicas sencillas. Es posible distinguir dos clases diferentes de actividad mágica: las mancias, es decir las técnicas de adivinación, y los ritos de magia práctica, destinados a dominar las fuerzas de la Naturaleza para conseguir determinado propósito. A su vez estos dos grandes grupos se clasifican de la siguiente manera:

ARTES MÁNTICAS

Mancia natural: Producida involuntariamente. Incluye sueños, visiones o intuiciones que predicen el futuro.
Mancia inducida: Producida voluntariamente mediante lectura de manos, bola de cristal, observación del fuego, etc.

MAGIA PRÁCTICA

Magia homeopática: Ritual realizado por medio de una acción idéntica al efecto que se desea conseguir.
Magia alopática: La ceremonia no guarda relación con el efecto que se persigue.
Un ejemplo de ceremonia mágica homeopática son los ritos en los que se utilizan muñecos. El elemento representa en este caso a una persona, y entonces se le realiza aquello que se quiera producir en el destinatario del hechizo: amor, dolor, atracción, etc.
En cambio en las prácticas de magia alopática se pueden usar objetos que no tengan relación directa con la finalidad del ritual. Es el caso de los ritos con plantas, velas, inciensos y otros elementos. Se los utiliza porque se conocen sus propiedades mágicas.
Existe una gran diversidad de elementos mediante los cuales se logra adivinar el futuro y cada uno de ellos está relacionado con cierto planeta. Por eso, para saber el porvenir de los nacidos bajo la influencia de determinado astro, muchas veces los adivinos utilizaban el método concordante. Estos son algunos de ellos:

LA CIENCIA Y LA MAGIA

La magia cumplió un rol importantísimo en la historia de la civilización humana: intentó explicar con coherencia todos los interrogantes de las sociedades primitivas sobre el origen del universo, las leyes cósmicas y la relación entre las fuerzas concretas e invisibles de la Naturaleza. En definitiva los preceptos mágicos constituyeron las primeras reflexiones que concibieron al hombre como parte de un universo armónico e interrelacionado, antes de la aparición de las religiones, las corrientes filosóficas y, por supuesto, de la ciencia.
Si reflexionamos sobre el propósito de las investigaciones científicas, ya sea en el campo de la química, la medicina u otras disciplinas, encontramos que lo que se intenta conocer es la organización íntima de la Naturaleza. La magia comparte estos objetivos con la ciencia y ambas coinciden en describir leyes de causa y efecto para explicar todos los sucesos del mundo circundante. Pero mientras el método científico enuncia sus postulados en base a lo percibido a través de los sentidos, la experimentación, y la inducción lógica, la magia sostiene que además de nuestra realidad concreta, existen otros planos de existencia que rigen los sucesos. Para acceder a estos planos y conocer las causas primeras, la magia recurre a la meditación, la contemplación, el éxtasis místico, las percepciones extra-sensoriales y las enseñanzas religiosas o cabalísticas.
El pensamiento científico ha desplazado hoy los conocimientos mágicos pero no debemos olvidar que en la antigüedad los hechiceros eran médicos y consejeros espirituales. De alguna manera cumplían el rol que actualmente desarrollan los psicólogos o los sacerdotes porque ayudaban a la gente a superar el temor al futuro, a los imprevistos y a los fenómenos sobrenaturales. Y en este sentido los antiguos conocimientos mágicos fueron los "padres" de muchas de las ciencias reconocidas actualmente.