RITUAL DE PRIMAVERA 2011

RITUAL DE PRIMAVERA
y Despertar del Tercer Ojo
Alumnos CEPE - APAPRA 2011
Estimado alumno, ex alumno o socio el miércoles 21 de setiembre a las 19hs. Sea puntual. Confirmar su presencia con anticipacion al 4382-9747 de 13 a 20hs.



PEQUEÑO RITUAL DE PRIMAVERA

En la mitología de los indios americanos las plantas eran el primer descen¬diente de la unión entre el Abuelo Sol y la Abuela Tierra. Por eso los árboles eran para ellos el símbolo más perfecto del amor puro, ya que además de prestar sus recursos medicinales, entregan todos los días su vida para alimentar a los animales y los seres humanos.

Durante la primavera árboles y plantas se llenan nuevamente de follaje y de flores, anunciando que la vida ha renacido. Este es el momento ideal para entrar en contacto con nuestros amigos del reino vegetal y solicitarles fortaleza, serenidad y también nacimiento interior.

Para hacerlo precisamos efectuar una ceremonia característica de la cultura hopi, en la cual se elige previamente un ár¬bol de poder para luego entrar en contacto con el espíritu del vegetal. Mediante este rito se cree que se produce una alianza entre el hom¬bre y el árbol, brindándose mutua¬mente vitali¬dad.

Antes de efectuar ritual conviene elegir el árbol al cual nos acercaremos en forma intuitiva, es de¬cir, aproximándonos a di-ferentes árboles y estando atentos al que mayores vi¬braciones positivas nos envíe. Una vez identifica¬do nuestro futuro amigo, nos uniremos a él de la si¬guiente manera:

• En una vasija de barro mezclaremos mirra, in¬cienso y benjuí. Encende¬remos estos elementos y una vez que el humo sea profuso, dare¬mos tres vueltas en tomo al árbol con la vasija en la mano, avanzando en la misma dirección que las agujas del reloj. Esparci-remos luego pétalos blancos sobre la tie¬rra y sobre ellos echaremos agua fresca, como ofrenda y prueba de amistad.

• Luego colocaremos los brazos en tor¬no al árbol y le hablaremos con mucho afecto. A continuación apoyaremos la frente en el tronco, concentrándonos en nuestro propio tercer ojo, imaginando las corrientes de savia fresca que recorren el interior del vegetal. Cuando la imagen sea nítida imaginaremos nuestro propio siste¬ma circulatorio, con la sangre recorriendo las venas. Visualizaremos entonces las dos circulaciones uniéndose, brindándose mutuamente vitalidad.

• Unidos de este modo al árbol, comen¬zaremos a enviarle mensajes con la men¬te, le hablaremos y le pediremos por nues¬tra salud o por ejemplo, por la curación de las heridas de nuestro corazón. Si prestamos atención es probable que el árbol también intente comunicarse con nosotros telepáticamente. Lo fundamental es estar atentos a nuestra intuición y percibir las vibraciones que nos circundan.

• Cuando esta etapa del ritual haya con¬cluido pediremos mentalmente permiso al árbol para llevarnos una de sus ramas o de sus hojas, las cuales nos ayudarán a que el pedido efectuado se concrete. Debemos seguir nuestro impulso para determinar si nos llevamos una hoja, una rama, un fruto o una flor. Si debemos arrancar cualquiera de estas partes del árbol, luego de hacerlo aplicaremos saliva sobre la herida, agra¬deceremos y dejaremos tres de nuestros cabellos a los pies del mismo.

• Una vez en nuestro hogar, mantendremos el trozo de árbol envuelto en un paño de seda blan¬ca y cada noche de luna llena lo expondremos a la luz ya que se trata de un objeto mágico al que de este modo cargamos de energía.

• Si un ser querido pre¬cisa ayuda energética porque tiene un problema físico o espiritual, aproxi¬maremos a su cuerpo este objeto de poder pero cuidando que no se produzca ningún contacto.

• Si nuestro pedido no se ha cumplido, podremos hacer una vez más la solicitud al árbol pero sin llevarnos ya ramas ni hojas. Una vez que el deseo se realice agradece¬remos a nuestro amigo vegetal su ayuda e intentaremos seguir en contacto con él.

Consultar la siguiente lista de propieda¬des energéticas de cada árbol nos ayudará a elegir una especie determinada, según la clase de pedido que tengamos que efec¬tuar. Las flores de estos árboles son tam¬bién muy útiles para efectuar ceremonias mágicas y el modo de utilizarlas es dejar que se sequen al sol y luego guardarlas en una bolsita de seda blanca que llevaremos permanentemente junto a nosotros.

Manzano: amor sexual, capacidad curati¬va, conocimiento.

Fresno: conocimiento espiritual, intui¬ción.

Haya: abundancia, opulencia, bienestar.

Abedul: determinación, superación de contratiempos.

Zarza: inspiración, creatividad, ideas nue¬vas.

Saúco: verdad, permanencia, eternidad.

Avellano: capacidad mágica, adivinación, discernimiento,

Acebo: rejuvenecimiento, potencia, creci¬miento constante.

Madreselva: prosperidad, atracción. Hiedra: tenacidad, persistencia.

Arce: entusiasmo, alegría, relaciones.

Muérdago: fertilidad, potencia, creatividad.

Roble: fuerza, seguridad, sabiduría.

Pino: crecimiento espiritual, fuerza emo¬cional.

Caña: dirección, adaptabilidad.

Serbal: perspicacia, protección.

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