TÉCNICAS BÁSICAS PARA LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS: MÉTODO DEL OCHO
TÉCNICAS BÁSICAS PARA LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS: MÉTODO DEL OCHO
TÉCNICAS BÁSICAS PARA LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS
Daría ahora una técnica para resolver problemas de rutina. Los pasos a seguir son los siguientes:
1. Por la noche, antes de dormirse, cierre los ojos. Vuelva ligeramente hacia arriba y cuente en forma regresiva hasta alcanzar el nivel Alfa (empezará por la cifra con la cual trabaja habitualmente).
2. Programe despertarse durante la noche en el momento más indicado para programarse para resolver el problema que lo ocupa.
3. Duérmase desde ese nivel Alfa alcanzado.
4. Cuando despierta, automáticamente vuelva a entrar en nivel con la cuenta regresiva.
5. Junte las puntas de los tres primeros dedos de cada mano y afirme mentalmente: "Siempre que junto las puntas de los primeros 3 dedos de mis manos, pongo en funcionamiento mis facultades para resolver este problema particular" (identifique el problema).
6. Vuelva a dormirse desde ese nivel Alfa en que está.
7. Cuando se aboque al tratamiento del problema en cuestión, junte los 3 dedos mientras busca la solución.
8. Deberá adaptar el uso de la técnica a cada solución en particular: Si el problema consiste en una entrevista decisiva, antes de la misma deberá juntar los 3 dedos y visualizarse en una comunicación fluida con la persona a entrevistar.
Importante: Esta programación se puede realizar también reemplazando el momento descrito en el punto 5 por la afirma citan: "Siempre que junte las puntas de los primeros 3 dedos de cada mano, podría resolver problemas de rutina cuando aparezcan".
MÉTODO DEL 8 PARA CORTAR LAZOS
Cortar lazos significa, simplemente, desprendernos de todo aquello que nos perturba y nos crea barreras inconscientes impidiéndonos lograr nuestros objetivos. Supongamos que usted siente rencor hacia una persona determinada: entonces debe cortar los lazos con su rencor. ¿Cómo debe hacerlo? De esta manera:
a) Relájese y efectúe el ejercicio de liberación.
b) Con los ojos cerrados, visualice un círculo dorado cuyo radio es igual al largo de su brazo con los dedos extendidos. Ubíquese en el centro de ese círculo.
c) Después visualice, frente al suyo, otro círculo dorado.
d) Coloque en él a la persona por la que siente rencor; visualícela bien, sonríale, dígale que la quiere y que lo perdone. Luego haga desaparecer la imagen de la persona.
e) Ahora visualice en el círculo de enfrente una bolsa atada, en la cual estén escritas estas palabras: MIS RENCORES. Fíjela en su lugar en el centro de ese círculo y luego visualice una luz azulada que penetra por el sitio en que los dos círculos apenas se tocan entre sí.
f) La luz penetra por la izquierda y transita el círculo de enfrente entrando por la izquierda del círculo completándolo en sentido horario, para pasar al círculo donde usted está, por la derecha, completándolo y formando, de esta manera, un 8. La luz seguirá, durante todo su trabajo mental haciendo ocho.
g) Mire fijamente la bolsa que tiene enfrente y háblele diciéndole que debe irse de su mente, porque el rencor sólo hace daño y le coarta su camino hacia la liberación y hacia sus objetivos. Diga hablándole a la bolsa sin enojarse, con calidez, explicando lo que usted siente y por qué quiere sacar el rencor de su interior. Siga hablando hasta que note que la bolsa desaparece (a veces tarda en hacerlo, y debe repetir el ejercicio diariamente hasta lograrlo).
h) No se preocupe si advierte que llora, su cuerpo se retuerce, siente dolor, angustia o miedo. Haga frente a esos sentimientos y actitudes con la seguridad de que nada podrá contra usted. Dígase que usted es fuerte y nada ni nadie le hará daño. Usted vencerá. Si es necesario, porque lo que tiene enfrente avanza hacia usted, mentalmente, pida ayuda a Dios, invóquelo: sentirá que acude a usted y esta a su lado dándole fuerzas.
i) Cuando desaparezca la bolsa, la luz cortará la unión de los dos círculos separándolos y alejándolo al otro de usted.
j) En ese momento usted sentirá que el sentimiento que albergaba dentro de usted, ya no existe, se ha cortado y se ha alejado. Ahora está libre para actuar en forma positiva.
Las técnicas más modernas y fáciles para conseguir todo lo que se desea y tener una vida armoniosa, con plenitud y serenidad. Saber utilizar todos los poderes de la mente en forma positiva no es privilegio de algunas personas: todos los seres humanos podemos lograrlo siguiendo, paso a paso los siguientes ejercicios.
Una vez incorporados todos los conocimientos de la primera parte de este curso, y teniendo en cuenta la recomendación fundamental de que, para que nuestros objetivos positivos se cumplan, debemos practicar Control Mental cotidianamente, continuará con distintos ejercicios para cada necesidad, tanto para nosotros como para ayudar a las demás personas que así nos lo pidan.
COMO ELIMINAR TENDENCIAS NEGATIVAS Y AUTODESTRUCTIVAS
Una vez familiarizado con la técnica básica, lo primero a lo que debe abocarse es:
A) Eliminar pensamientos negativos y reemplazarlos por otros positivos mediante una adecuada programación;
B) eliminar sentimientos y emociones destructivas hacia nosotros y hacia los demás y reemplazarlos por sentimientos y emociones constructivos;
C) eliminar hábitos de conducta no deseados y reemplazar los por hábitos de conductas correctos.
USO DE LA TÉCNICA
1. Identifique una o más actitudes negativas en su pensamiento o en su conducta. Haga una lista con ellas. En una columna paralela anote las actitudes opuestas es decir, aquellas que quiere alcanzar.
2. Tome la primera característica negativa de su lista y programe su eliminación de la siguiente manera:
a) Relájese como de costumbre hasta alcanzar el nivel Alfa contando en forma regresiva.
b) Admita el problema.
c) Afirme la solución.
d) Cuente progresivamente de 1 a 5 reafirmando la resolución al llegar a 3.
e) Abra los ojos al llegar a 5, reafirmando nuevamente la solución.
3. Cada día trabaje con una característica que desee eliminar. Cuando llegue al final, refuerce la programación si fuera necesario.
Consejo importante: es esencial reconocer nuestros propios defectos de carácter y aceptarlos para poder modificarlos, no sólo por nuestra relación con los demás sino, también porque finalmente nuestras actitudes incorrectas se vuelven contra nosotros mismos.
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