CREER O REVENTAR.: Fantasma acosador

Una mujer británica acusa a un fantasma de propasarse con ella

y querer romper su matrimonio

deborah y marido

Es una denuncia inédita. O al menos, hasta ahora nunca registrada por medio alguno. Deborah Rawson, británica, de 48 años, denunció que un "ESPÍRITU ACOSADOR" trató de propasarse con ella en varias ocasiones, a punto tal de que buscó ayuda con profesionales y, al final, hasta casi le cuesta su matrimonio.

El primer encuentro ocurrió cuando descansaba en su casa de Yorkshire, Inglaterra, luego de hacer las tareas del hogar. "Acababa de terminar la limpieza. Me senté en la cocina para un descanso y vi una nube de niebla flotando en frente de la ventana de la cocina. Poco a poco, se fueron formando las siluetas de tres desconocidos. Uno de ellos era un tipo bien parecido de unos 30 años, también había una mujer con un vestido rosa y una niña de unos cinco años", detalló Deborah al Daily Mirror.

El pánico fue tal que escapó de la casa. Intentó explicar lo que le pasó a su círculo, a sus seres queridos, a su marido, Kevin, un obrero de la construcción, pero nadie le creyó. Así que decidió pedir ayuda médica. Los profesionales le recetaron pastillas contra la ansiedad y, por un momento, todo pareció quedar atrás. Hasta que, para su pesar, el espectro, el "bien parecido", volvió a manifestarse.

El espíritu "se arrastró por el suelo, jadeando", en dirección hacia ella, contó Deborah. "Yo estaba petrificada. A partir de entonces sentí que él quería algo de mí. Me quitó el vestido y me atrapó en el sofá", admitió. Pero la cosa siguió: "Otra noche, cuando casi estaba dormida, el edredón voló y sentí su mano en mi muslo".

Según la versión de Deborah, el fantasma también disfrutaba, jadeando, en el baño, mientras decía cosas obscenas como "hmm, sí, haceme eso". El tema se puso complicado con su marido, que no creyó una sola palabra de lo que ella decía y hasta decidió empezar a dormir en la planta baja. El matrimonio que llevaba 23 años, comenzó a flaquear. Le llevó tiempo convencerlo de que no eran "fantasías", o de que no había "otro hombre". Por fortuna para Debby, finalmente, Kevin decidió optar por llamar a un cura católico, que vino a la casa y esparció agua bendita en todas las habitaciones. Pero no funcionó.

Así que optaron por ir más a fondo y llamaron al psíquico local Steve Kneeshaw. El hombre tomó fotos e hizo lecturas de temperatura. La casa, según el especialista, se construyó en 1922, sobre una granja. Pero no había registros de tragedia alguna en el terreno. "No hay razón para este acoso", les dijo y supieron que no había remedio. Así que decidieron mudarse.

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"No estoy segura de tener algún poder psíquico, pero al menos estoy feliz de haberme quitado de encima a estos fantasmas", cerró Deborah. Ahora, según dicen, viven felices y sin sobresaltos. Es cuestión de esperar y de CREER O REVENTAR.

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