El Plano Astral

El Plano Astral

Una vez que el individuo ha terminado su etapa intermedia en el plano fantasmal, entonces se construye ante él un puente de luz que le conduce a otro plano de vida más elevado y de energía más sutil, conocido con el nombre de El Plano Astral.

 

En este plano se existe en diferentes niveles de consciencia, son como diferentes mundos paralelos que dan cabida a cada una de las almas, de acuerdo al grado de desarrollo de su consciencia, es semejante a la exósfera ultra terrena que se describe como subdividida en estratos concéntricos al estilo de las capas de una cebolla, éstas penetran en el espacio que circunda a la Tierra, son recintos especializados que se comportan como universos paralelos coexistentes, autónomos e independientes, aunque estrechamente interconectados.

 

Cada una de estas esferas de vida funcionan en una frecuencia dimensional o vibratoria diferencial, y sus cosas y seres están construidos sobre una modalidad peculiar de materia sólida y tangible para los que habitan en ese reino, pero al mismo tiempo, invisible para los pobladores de otros niveles.

 

Se trata de ámbitos frecuenciales especializados, diseñados exprofeso para acoger selectivamente y por un tiempo limitado a los espíritus que integran cada especie o categoría de entidades fallecidas, según la índole ética de sus puntos de vista ante la vida y motivaciones interiores.

 

De este modo, el residuo psíquico de los perturbadores, crueles y mal intencionados, van a parar durante un lapso purificador a un verdadero infierno tenebroso; ésto es uno de los niveles más bajos que existen en el Astral, es un medio deprimente en consonancia natural con las tendencias egocéntricas de sus vivencias íntimas y ahí van a permanecer hasta que de "motu propio" pidan salir de los bajos fondos del astral y paguen este ascenso con algún servicio necesario para la comunidad.

 

En este lugar, que podremos llamar purgatorio, se encontrarán revueltos por alguna temporada con una miríada de almas similares a la suya.

Por el contrario, los altruistas y desinteresados, siempre que se haga caso al consenso común de los libros revelados, se despiertan en un grandioso escenario, refulgente de singular belleza y perfección y rodeado de bondadosos congéneres, movidos por intereses eterocéntricos similares.

Una vez que el alma ha cumplido los requisitos de su examen de consciencia, se procede a introducirlo en lo que será su hábitat durante un periodo optativo, conforme a sus libres inclinaciones y prioridades.

 

Para ello, entra en contacto con asesores especializados, que le informan gradualmente sobre la dinámica de la causa y efecto a la que deberá de plegarse en su flamante entorno, en donde le corresponde consolidar la experiencia que ha vivido y poder planear sus propósitos y actos para su próximo regreso al mundo de la materia.

Ahí va a descubrir deslumbrado, que el reino que le brinda ahora oportunidades para continuar desarrollándose, se asemeja bastante al mundo que acaba de abandonar. Un parecido, dicho sea de paso, diseñado adrede para que el súbito cambio de ambiente no resulte traumático. De cualquier forma, el cuerpo constata intrigantes diferencias, cuya explicación le van dosificando poco a poco sus monitores y guías, conforme a su capacidad de asimilación.

 

Le produce un impacto muy agradable el poder contemplar en este plano panoramas naturales de impresionante belleza, montañas, ríos, lagos, bosques, praderas y hasta el rumor sinfónico de los pájaros. Existen también residencias habitadas, jardines y parques naturales, establecimientos de recreo y de descanso, instituciones de enseñanza, lugares de reunión, centros de trabajo, bibliotecas, bancos de datos, archivos de información y registros, con una alta tecnología casi inimaginable a nuestro nivel humano

 

Así mismo, llama la atención no poder observar al sol en un firmamento de tonos cambiantes, como sucede en el plano de vida de la tercera dimensión, sino que el firmamento está perpetuamente iluminado por un sedante fulgor que parece provenir de todas partes y que, en consecuencia, no se da la acostumbrada alternancia de noche y día, o de luz y tinieblas, según se interprete, también constituye una ventaja no tener que comer ni dormir, aunque algunos sigan haciéndolo por móviles hedonistas.

En orden a reponer fuerzas, basta absorber por ósmosis una suerte de reconfortante vibración energética, del éter submaterial que interpenetra la atmósfera y el descanso se logra con un simple cambio de actividad.

 

El tiempo secuencial sigue arreglando el quehacer social en el mundo astral, pero se vive con una cómoda holgura o flexibilidad. El descubrir del tiempo en cámara lenta, del tiempo psicológico individual hace su transcurso más elástico y controlable.


La prisa y el estrés no se conocen y hay siempre ocasión para todo incluso de enfrascarse en empresas que en la Tierra consumirían años.


Las astronómicas extensiones de espacio no constituyen una barrera  infranqueable en la realidad «post mortem», toda vez que para desplazarse de un lugar a otro no es necesario cruzar la distancia intermedia, gracias a una avanzada tecnología que permite tomar atajos interdimensionales, no hay mas que visualizar un determinado enclave geográfico, para llegar de inmediato al punto de destino.


Los objetos materiales están ahí perpetuamente a salvo del envejecimiento y del deterioro, aunque se disuelven en el aire cuando ya no son necesarios.


El polvo y la suciedad no se acumulan con el paso del tiempo, por lo que no hay que molestarse en limpiar, ni mantener los hogares e instalaciones, cada uno de los habitantes en los diferentes planos de vida del astral pueden relacionarse con los personajes de su elección, que pueblan su misma mansión frecuencial o su mismo nivel.

En tal sentido, conviene advertir que las decenas de miles de millones de criaturas desencarnadas que cumplen su programa evolutivo en las circunvoluciones semi-materiales que envuelven nuestro planeta, se encuentran por motivos prácticos y funcionales férreamente segregadas por unidades, en base al grado de consciencia que se manifiesta en sus actitudes y sistemas de valores.

Aquí no hay mezclas raciales compartiendo Ghetos, los desencarnados evitando conflictivas mezclas étnicas. Aún así, adoptando determinadas precauciones para protegerse de las vibraciones negativas, es factible visitar confines de auxilio y ayuda en franjas astrales inferiores, sin embargo, a las de mayor jerarquía vibratoria solo se puede acceder mediante un prolongado y meritorio proceso de evolución personal.

De este modo, tras los emotivos reencuentros con allegados, con los que se mantuvieron vínculos de estrecha afinidad, se suelen reanudar entrañables relaciones de empatia entre padres, hermanos, amigos predilectos, amantes y viejos conocidos que residen en el mismo plano astral de vida.

Las relaciones, como sucedió mientras estaban encarnados, se desarrollan gracias al intercambio de visitas a los respectivos lugares, igualmente cabe hacer nuevas amistades en este plano astral y desde luego, la vida es bastante diferente en el sentido de que no existen las emociones, ni las pasiones, como se manejan en el plano de la tercera dimensión.

Como sería de esperar en un ambiente como el que estamos describiendo, todo obedece a un propósito constructivo. Así pues, en este contexto teológico no podía faltar el trabajo, un esfuerzo que perseguiría la ascensión individual y buscar soluciones conjuntas a los problemas del conjunto.


En los reinos suprafísicos, en donde las necesidades básicas de los seres humanos están cubiertas, la actividad laboral en el sentido amplio adquiere características irreconocibles entre nosotros.


Simplificando en demasía, se podría afirmar que las tareas esenciales de las almas que se proponen avanzar asumiendo sus obligaciones, se reducen a ayudar y a aprender.


Tras la disolución de sus vehículos somáticos, un inmenso hormiguero de espíritus dinámicos que han apostado por no estancarse, se afanan por echar una mano desinteresada allá donde haga falta, amén de investigar la misión del hombre en la Tierra y asimilar las lecciones que procura la experiencia.

Queda todavía tiempo para acrecentar el conocimiento de uno mismo y de la estructura de la realidad que acabará transmutándose en sabiduría; motor del encubrimiento hacia estadios ontológicos cada vez más en consonancia con el ordenamiento jurídico natural vigente en el todo.


En resumen, dar y saber, la diligente disposición de servicio unida a un competente dominio del esquema de las cosas y de las metas individuales y comunitarias, es en ese contexto altruista que debemos conquistar con nuestra labor.

He aquí las actividades ennoblecedoras con mayor demanda en el plano astral: Ayudar a los más retrasados en su crecimiento ascendente hacia su origen e indagar con claridad sobre nuestra posición y responsabilidad pendientes en la Tierra. No olvidemos otra ocupación clave, "evolucionar", esto es suplir nuestras lagunas residuales de ignorancia, corregir los errores del pasado, pulir las propias disfunciones de carácter y contribuir a mejorar la calidad de vida de la sociedad terrestre.


Desde luego, cuando nosotros regresamos al plano astral que nos corresponde, opera una ley de compensación muy importante, este plano nos ofrece la posibilidad de culminar vocaciones truncadas, empresas a medio hacer, o sueños jamás realizados.

 

En este reino ultraterreno se nos concederá la posibilidad de practicar sin cortapisas, y con los medios técnicos más eficientes, siempre que nos hagamos acreedores de esta prerrogativa cualquier afición anhelada, interés vital o habilidad, que por azares del destino no pudimos satisfacer en la existencia material.

De la misma manera, tarde pero seguro nos será dada la posibilidad de equilibrar frustraciones y carencias traumáticas de por vida.

El que, por ejemplo, arrastra una herida psicológica por no haber estudiado, conseguirá licenciarse en el mas allá, en el mismo sentido, aquellos solteros que anhelaron encontrar a su pareja y no lo hicieron, la encontrarán en este nuevo plano de existencia; también aquellos que padecieron dolorosos defectos corporales o psíquicos, superarán su defecto eliminando esos problemas. Los ancianos se convertirán en jóvenes y robustos, los ciegos, sordos y mudos, podrán ver y oír y se expresarán con fluidez, y los esquizofrénicos se volverán más cuerdos que los psiquiatras que los atendieron.

 

El tiempo libre se utiliza en una serie de viajes a lugares de la Tierra que nunca pudieron conocerse en vida, incluso pueden visitarse remotos planetas que acogen suntuosos e impresionantes parajes.

 

Aquellos apasionados del estudio y de los desafíos intelectuales, la dimensión estética de la vida, el arte y el saber, tendrán a su disposición en las regiones del astral, la mas sofisticada tecnología cultural, ya que ahí es una meca de la información que cuenta con los registros Acásicos que contiene la historia de universo, es decir, archivos y memorias de datos, con el pasado de la tierra y de sus habitantes, laboratorios científicos, gigantescas bibliotecas, museos que atesoran imperecederas obras maestras, conciertos de la más excelsa música de las esferas y otras refinadas instituciones pensadas para apoyar la erudición y procurar las más extraordinarias experiencias para cada uno de los habitantes de estos planos.

 

¿Cuánto tiempo permanecen las almas vivientes en los diferentes planos astrales? Para contestar esta pregunta se nos dice que es un lapso variable que puede ir desde unos pocos días ó años a mucho tiempo terrestre, se dice que un período de 144 años que comprende la vida en la materia y el astral es el promedio. Se trata de una estancia supeditada a complejos parámetros personales, como el historial evolutivo, el plan de expansión espiritual de cada uno, la velocidad de ascenso que uno mismo decida y desde luego la ley de causa y efecto.

 

La evolución es definitivamente ascendente y el tiempo de permanencia en el plano astral que le corresponda será destinado a lograr avances importantes en la evolución de cada uno y para un avance mucho más rápido, es conveniente utilizar la posibilidad de encarnarse en una esfera tridimensional.

 

Según algunas fuentes reveladas, el desarrollo espiritual se conquista fundamentalmente a través de la experiencia directa y personal en los problemáticos mundos físicos que tanto pueden enseñarnos.

 

El deceso en un planeta cumple tan solo funciones complementarias de segundo orden, ó sea, un relax, un cambio de escenario y reflexión sobre lo que se acaba de vivir.

 

Una vez protagonizadas las esferas etéricas ó antes ó después, el sentido de responsabilidad del trotamundos celeste le impulsará a reemprender su genuino itinerario evolutivo, en un orbe de sustancia atómica que ofrece traumas realmente didácticos.

 

Llegado este momento crítico, el neófito del más allá decidirá si ha de tomar cuerpo en un nuevo organismo biológico, en un globo tridimensional en donde pueda superar asignaturas todavía pendientes.

 

Y así sucesivamente, de mundo en mundo, cada uno de ellos con sus correspondientes configuraciones astrales, el perenne buscador de las cimas espirituales redondeará su madurez evolutiva en una cadencia sin fin de creciente auto perfeccionamiento, gracias a la infalible técnica de aprender haciéndolo.

 

Una vez más, insistimos en que la defunción o transición es el oportuno transito a un hábitat de mayor alcurnia vibratoria, estratégica renovación de ambiente, calculada para aliviar con una pausa de sosiego las duras pruebas terrenales, evaluar los últimos acontecimientos y soslayar la espantosa monotonía que embrutecería al género humano si viviéramos miles de años seguidos en un mismo plano.

 

El peregrinaje académico desde una esfera a otra más avanzada, el hacer prácticas educativas en las muchas aulas físicas y dimensionales del magno colegio espacio temporal, es el modelo de formación establecido en el universo.

Cada mundo especializado, con sus consiguientes niveles astrales, ha sido concebido para que se protagonice en su entramado social, un acierto abanico de experiencias originales.

 

Las instructivas alternancias de transición del cuerpo físico, de un estrato dimensional para materializarse en otra esfera de jerarquía superior, no tiene nada de sobrenatural o de milagroso, ni están vinculadas a religión alguna. Se trata de un expediente habitual puesto en juego en todo el espacio tiempo para generar experiencias educativas de carácter polifacético, es un procedimiento de rutina tan natural como la existencia de la atracción de la gravedad en nuestro planeta.

 

Por otra parte, ninguna autoridad exterior ejerce la menor coacción sobre las criaturas que optan por participar en los masters experenciales, es decir, que se comprometen a ampliar su aprendizaje en un nuevo mundo y en sus complementarios cubículos astrales, durante uno o muchos tramos de vida en ese mismo medio físico, alternados con períodos de reciclaje y meditación en sus capas etéricas, el único que imparte las órdenes en el adelanto ó retardo evolutivo es el libre albedrío de los seres inteligentes que resuelven educarse a sí mismos a su ritmo favorito ó, por el contrario, degenerar hasta terminar extinguidos en la verdadera muerte de la ignorancia. Es decir, la aniquilación absoluta de la identidad personal, por haberse convertido en tenaces perturbadores involucionistas e ir contra la marcha del cosmos y negarse a colaborar con el universo.

 

Como ya hemos platicado, en estos temas no hay nada que temer en el paso de la transición, repito, es el paso de un mundo hacia otros.

 

Como conclusión podríamos decir que hoy en día se dispone de una gran cantidad de información, de estudios muy serios que han demostrado que todo lo comentado es realidad y no una mera fantasía. Han pasado a la historia los tiempos del injustificado temor a la muerte y a la existencia o no de vida tras de esta.

 

La muerte o la transición es el gran mito de la historia humana, y al pasar a mejor vida es en realidad una ventajosa modificación del estado de consciencia. En definitiva un beneficio y renovador cambio de paisaje, nada muere, todo se transforma incesantemente en algo mas complejo y de rango superior, a ésta generalizada cadena de metamorfosis ascendentes de los individuos se le conoce como evolución universal.

 

Ni que decir tiene que a estas alturas la ciencia oficial haría bien en sistematizar lo mucho que ya se sabe acerca de la supervivencia, investigando seriamente lo que por una irresponsable desinformación se considera todavía como el mas terrible de los misterios: lo que nos ocurrirá a todos cuando atravesemos el umbral de la muerte y por supuesto las conclusiones de está información, que deberían de divulgarse a consciencia en las escuelas y medios de comunicación.

Téngase en cuenta que cinco mil millones de mortales tendremos que pasar necesariamente por la transición del cuerpo físico el día menos pensado, por ello no creen ustedes que sería razonable que el estado con sus poderosos medios nos preparase para este gran viaje?.

Es increíble que se empleen cantidad de recursos para realizar estudios de diferentes tipos, muchos de ellos estériles e inútiles y sin embargo, el maravilloso tema de «¿Qué hay después de la vida física?», parece que ha quedado olvidado para los señores gobernantes y científicos que creen que es mejor dedicar su tiempo y recursos a otras actividades, lo cual evidentemente sume a la humanidad en una desesperación y sufrimiento ante lo desconocido, un hecho tan importante como ya dije, del cual no puede existir otro de igual importancia, que es la transición de un plano de vida a otro.

 

Muchos prefieren no hablar del tema porque dicen no entenderlo, la realidad es que tienen temor a descubrir que quizás las creencias que han mantenido durante muchos años, se desmoronen ante la evidencia y lógica del análisis de una consciencia abierta y no de una mente influenciada por las religiones y por una serie de datos incompletos y falsos.

 

Despertar es la meta, para ello hay que vencer el temor y para vencer el temor hay que abrir la consciencia, o sea conocer que es lo que hay más allá.

 

Yo invito al lector para que entre en un análisis profundo de toda la información proporcionada, que ha sido obtenida de diferentes fuentes superiores; mismas que cada uno podrá constatar utilizando la introspección y la posibilidad de realizar viajes en el cuerpo energético, para saber a ciencia cierta y por propia experiencia la existencia de otros planos paralelos de existencia.

- William Q. Judge -


Toda cosa que existe en el plano físico tiene a su vez un equivalente en el plano astral. Los expertos en este tipo de temas sostienen que el cuerpo astral puede abandonar el cuerpo físico cada vez que dormimos a través de la glándula pineal.Toda cosa que existe en el plano físico tiene a su vez un equivalente en el plano astral. Los expertos en este tipo de temas sostienen que el cuerpo astral puede abandonar el cuerpo físico cada vez que dormimos a través de la glándula pineal.

El plano astral es nuestro primer paso a otros planos de existencia y conciencia. Podemos usarlos ahora o después de la muerte para explorar los mundos no visibles de majestad y belleza que es encuentran dentro de cada alma. El plano astral resuena con nuestras frecuencias de tercera y cuarta dimensión. Es nuestra escalera para ver la ilusión y dejarla atrás. Es, en esencia, el intermediario necesario para trascender los planos de la forma y entrar en los misterios de lo que no tiene forma.El plano astral es nuestro primer paso a otros planos de existencia y conciencia. Podemos usarlos ahora o después de la muerte para explorar los mundos no visibles de majestad y belleza que es encuentran dentro de cada alma. El plano astral resuena con nuestras frecuencias de tercera y cuarta dimensión. Es nuestra escalera para ver la ilusión y dejarla atrás. Es, en esencia, el intermediario necesario para trascender los planos de la forma y entrar en los misterios de lo que no tiene forma.

Las dimensiones no son lugares ni ubicaciones, y no son una progresión lineal -3, 4, 5, 6- apiladas como panqueques. Y la 3ª dimensión, o la 4ª dimensión, no es la silla en la que estás sentado, ni las paredes que te rodean, ni siquiera la Tierra misma. Eso es forma, la cual existe predominantemente en la 3ª y 4ª dimensión, y seguirá siendo una parte muy importante del juego en la 4ª dimensión, cuando la 3ª dimensión ya no sea una opción.Las dimensiones no son lugares ni ubicaciones, y no son una progresión lineal -3, 4, 5, 6- apiladas como panqueques. Y la 3ª dimensión, o la 4ª dimensión, no es la silla en la que estás sentado, ni las paredes que te rodean, ni siquiera la Tierra misma. Eso es forma, la cual existe predominantemente en la 3ª y 4ª dimensión, y seguirá siendo una parte muy importante del juego en la 4ª dimensión, cuando la 3ª dimensión ya no sea una opción.


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