¿Qué es el Eneagrama? Alumna: Gabriela Cardozo - Profesor: Miguel Antonio Ojeda




Curso: Parapsicología Integral
Año: Primero
Profesor: Miguel Antonio Ojeda
Alumna: Gabriela Cardozo
Fecha: 23 de junio del 2014
Resumen: El Eneagrama
                                           
               ¿Qué es el Eneagrama?
Eneagrama: (del griego ennéa = nueve + gramma = signo)
El "Eneagrama de la personalidad" es una herramienta psicológica para el desarrollo personal, la inteligencia emocional, el conocimiento de uno mismo y los que nos rodean. Un mapa, una guía que nos revela nueve tipos de personalidad y como esos nueve tipos se relacionan entre sí.
 Habla de las cosas inconscientes que nos suceden a cada estilo de personalidad (eneatipo) de las que no nos damos cuenta. Cada estilo tiene una forma concreta de percibir la realidad, y nos demuestra que ninguno de nosotros percibimos la realidad tal cual es, porque todos estamos condicionados. Son nueve estilos de personalidad, nueve formas de ver la vida, nueve  paquetes de valores diferentes, nueve  estilos de comunicación diferentes, nueve modos de resolver los problemas, nueve formas de motivarse, pensar, sentir y reaccionar diferentes.
HISTORIA del ENEAGRAMA de la PERSONALIDAD
El responsable de introdu­cir el símbolo del eneagrama en el mundo moderno fue George Ivanovich Gurdjieff (1875 – 1949). Un buscador de la verdad que pensaba que había un conocimiento perdido para transformar la psique humana.
Gurdjieff explicaba que el símbolo del eneagrama tiene tres partes que representan tres leyes que rigen toda la existencia.
El círculo
Mándala universal usado casi en todas las culturas. Representa la unidad, la totalidad…
Simboliza la idea de un todo, la unidad. La figura geométrica perfecta.
El triángulo
Que representa el mundo tridimensional,  las esferas del árbol de la vida de la cábala, las sefirot (Kéter, Bina y Jojmá). Los budistas hablan de Buda, Dharma y Sangha. Los hindúes, de Visnú, Brahma y Siva. Para los cristianos la Santisima Trinidad, en Egipto Isis, Osiris y Hurus… La «Ley de Tres» dice que todo lo que existe es resultado de la interacción de tres fuerzas: activa, pasiva y neutralizante. Los descubrimientos de la física moderna apoyan esta idea, los átomos están formados por protones, electrones y neutrones. La física ha descubierto que en realidad sólo hay tres: la fuerza fuerte, la fuer­za débil y el electromagnetismo.
La hexada
Cuya figura sigue los números 1-4-2-8-5-7, simboliza la «Ley de Siete», que tiene que ver con el proceso y el desarrollo en el tiem­po. Afirma que nada es estático, todo se mueve y se convierte en otra cosa. In­cluso las piedras y las estrellas se transforman finalmente. Todo cambia, se recicla, evoluciona o se transfiere, aunque de modos legítimos y previsibles según su naturaleza y las fuerzas que actúan sobre ello. Los días de la sema­na, notas musicales, los colores, la regeneración celular….
Uniendo estos tres elementos (círculo, triángulo y hexada) obtenemos el eneagrama. Es un símbolo que representa la integridad de una cosa (el círcu­lo), cómo su identidad resulta de la interacción de tres fuerzas (el triángulo) y cómo evoluciona o cambia con el tiempo (la hexada).
Tipos de personalidad:
Los nueve eneatipos
Características particulares de cada uno de los nueve tipos. Ya hemos visto que tienen elementos en común con cada uno de los yo triádicos, sin embargo viven esas características de forma diferente, aunque es interesante no perder de vista a qué grupo triádico pertenece, eso nos ayuda a comprender mejor cada eneatipo.

Tipo 1.
El perfeccionista: Como su nombre indica, buscan la perfección. Sienten la necesidad de mejorarlo todo. Reprimen sus impulsos naturales controlándolos. Tienen un profundo sentido del deber y lo anteponen al placer. Son críticos tanto con los demás como consigo mismos, pero temen ser criticados por sus errores. Tienden a imponer de forma autoritaria sus propios valores, ya que los consideran perfectos. Por otro lado también pueden ser realistas y nobles, con un elevado sentido ético.
Tipo 2.
El ayudador: Se orientan hacia los demás. Suelen ser muy afectivos (aunque a veces de forma exagerada), comprensivos y generosos. También aduladores y manipuladores. Necesitan ayudar a los demás y que les estén agradecidos, eso les hace sentirse superiores. Su lema sería "el amor lo justifica todo". Sin embargo tienen dificultades para percibir sus propias necesidades. No sabe decir no, necesitan mucho afecto aunque no lo reconocen. Pero también pueden ser desinteresados, amigos incondicionales, empáticos y colaboradores.
Tipo 3.
El triunfador: Buscan el éxito, desean triunfar a toda costa, son muy competitivos, emprendedores, seguros de sí mismo, atractivos, extrovertidos y suelen tener complejo de superioridad. Están excesivamente preocupados por su imagen. Temen al fracaso. Se adaptan a las circunstancias cuando es necesario. Pueden ser adictos al trabajo, muy enfocados a lograr objetivos. Pero también pueden ser sinceros y auténticos, un modelo para otras personas.
Tipo 4.
El artista: Son sensibles, muy creativos e imaginativos; pueden deformar la realidad cayendo en la subjetividad. Se sienten desbordados por sus intensas y cambiantes emociones. Son introvertidos, se ven a sí mismos muy especiales y creen que nadie les comprende. Son tímidos y se ocultan porque se sienten vulnerables. Tienden a mirar al pasado idealizando el sufrimiento. Les gusta salirse de lo normal, ser distintos. También pueden ser muy inspirados y capaces de renovarse transformando sus malas experiencias.
Tipo 5.
El intelectual: Son analíticos, investigadores. vehementes, curiosos, muy detallistas, más teóricos que prácticos, y suelen perderse en largas reflexiones. Saben concentrarse para desarrollar ideas y habilidades convirtiéndose en especialistas, y eso les da seguridad para salir de su escondite. Pueden tener problemas de aislamiento, prefieren arreglárselas solos y no adquirir compromisos. Pueden tener una autoestima baja y perder el sentido de su vida en algún grado. Prefieren necesitar poco y no depender de nada ni de nadie. Acumulan en su mente lo que creen les ayudará a sobrevivir. Sin embargo también son vanguardistas, con gran capacidad de comprensión, desprendidos, serviciales y comprometidos.
Tipo 6.
El leal: Su inseguridad hace que siempre estén dudando, lo cual genera desconfianza en sí mismos y hacia los demás. Pueden sufrir arrebatos de atrevimiento y acto seguido de cobardía, algo que les provoca mucha angustia. Suelen tener una figura de autoridad, que sobrevaloran, donde buscan seguridad aunque en el fondo la rechacen. Son trabajadores y responsables; indecisos y cautelosos, pero también desafiantes y rebeldes. Reaccionan agresivamente si creen que están en peligro y tienden a culpar a los demás para huir de sus miedos. También pueden ser estables, independientes y apoyar a los débiles.
Tipo 7.
El entusiasta: Suelen ser animosos, extrovertidos, hiperactivos y desinhibidos. Les gustan las nuevas experiencias, conocer un poco de todo. Buscan divertirse y hacer felices a los demás. Son planificadores, talentosos, impulsivso y espontáneos. Suelen dispersarse al querer abarcar tanto, y entonces caer en la desorganización, la indisciplina y la superficialidad. También pueden ser egoístas, consumistas insatisfechos, veletas, poco comprometidos y huidizos ante el dolor. Sin embargo pueden enfocarse en objetivos nobles, ser alegres, optimistas, productivos, agradecidos y saber gozar de las maravillas de la vida.
Tipo 8.
El autoritario: Son autosuficientes, emprendedores y organizados, pero lo que hacen lo suelen hacer para sí mismos. Controlan el entorno, al ser muy seguros de sí gustan de situaciones difíciles. No dudan en intimidar para conseguir sus objetivos. Son protectores, ingeniosos, orgullosos, bravucones, machistas, retadores y gustan de tomar el mando. Ponen barreras entre ellos y el mundo por temor a ser vulnerables y a sufrir daño. Tienen problemas para intimar con los demás. Pero también pueden usar su fuerza para mejorar la vida de los demás, involucrarse en proyectos dignos, ser un mecenas e incluso heroicos.
Tipo 9.
El pacificador: Suelen ser sumisos, pasivos, inactivos, indiferentes, se acomodan a los demás y temen llevar la contraria. Los cambios les afectan y evitan los conflictos hasta el punto de negar los problemas. Son modestos y humildes, poco reflexivos, no profundizan, tienen poco interés por las cosas y pueden ser olvidadizos e irresponsables. También son confiados, afables, bondadosos y estables. Tienen problemas de tozudez. Se imponen límites internos (reprimiendo fuertes impulsos) y externos (aislándose del entorno) para que nada altere su equilibrio. Sin embargo pueden ser indómitos y capaces de unir a las personas.
El propio símbolo del Eneagrama está concebido como una figura dinámica donde los eneatipos van y vienen, interaccionan y son influidos por otros enatipos. Es decir, también se concibe al ser humano como algo vivo y en proceso. Así pues, el Eneagrama es un buen punto de partida para autoconocernos, autodescubrirnos y autoacercarnos al centro de nuestra esencia, el ser silencioso. Pero cada uno en la medida que su madurez y necesidad interior le permite y exige. Este autoconocerse, percibir en uno mismo los mecanismos de la personalidad (del ego), es el primer paso, un paso importantísimo, dentro de un trabajo interior más amplio de transformación y crecimiento.
Resumiendo, podría decirse que, según el Eneagrama: existen nueve formas de pensar, sentir y actuar. Son nueve estrategias que adoptamos para funcionar en la vida en ausencia de nuestro verdadero ser, y que por lo tanto no son del todo reales, y ocultan tristeza, miedo y rabia. Son nueve máscaras que no nos dan la felicidad, sino que nos mantienen en el mundo de los egos, de la expansión de la personalidad en detrimento de un despertar interior a la verdad de lo que en realidad somos, un ser lleno de potencialidades.

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